El Presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), Luis Miguel Martínez Anzures desaprobó la improvisación de los servidores públicos en los Gobiernos de la Cuarta Transformación (4T), que acabó con la profesionalización de funcionarios en las diversas áreas como Protección Civil y Desastres, que esto es más grave que la deshonestidad. 

Resaltó que un servidor público no se puede permitir la deshonestidad y la improvisación, y que ser administrador público es una vocación y no es un trabajo, aunado que no es un empleo como cualquier otro. 

Por lo que sostuvo que todas las actividades y comportamiento de las personas que laboran en el Gobierno repercuten en la sociedad, que la improvisación es evidente genera diversos problemas.

“Había una profesionalización en prevención social y de desastres, se tenía toda una estructura que, si tú quieres, tenía aspectos de deshonestidad, pero se tenía una estructura carretera, de salud, educación, prevención, de desastres naturales, y claro que la falta de profesionalización del servidor público repercute en esto”, externó.

Ratificó que la improvisación es terrible, porque no se puede acabar cada seis años con todo lo que existía y empezar de nuevo, debido a que quienes manejan y operan las secretarías y los órganos desconcentrados constitucionales y autónomos, y los funcionarios que lo conforman y operan no se pueden a improvisar ante un desastre ya que puede provocar un caos.

Puso como ejemplo las decisiones que han tomado el Gobierno Federal sobre el desastre que dejó el huracán Otis en Acapulco, Guerrero, como que la Secretaría de Bienestar que iba a enviar mil servidores de la nación para atender a los damnificados, pero consideró que el puerto está inhóspito y con grandes carencias, que implica una logística para moverlos, que incluye alimentación. 

Insistió, que lo que ocurrió en Acapulco, lleva a realizar varias preguntas sobre la experiencia de los servidores públicos en áreas vitales y Gubernaturas como Guerrero, pero destacó que los planes como DN-III-E del Ejército y de la Marina son efectivos por operar desde hace 50 años. 

Finalmente, Martínez Anzures cuestionó a las autoridades “¿qué pasó con las unidades de Protección Civil en el Gobierno del estado y municipio? Así como en la Secretaría de Gobernación, que hay que preguntarles qué sucedió”.