Con el ímpetu de un huracán, por tradición, el destino de Fidencio Velarde Osuna era ser músico; “Jamás imaginé lo que iba a traer el violín”, expresó en el marco del Día Internacional del Músico.
La joven promesa ‘culichi’ mejor conocido como “Fide” nació el 23 de Enero de 1990 en Culiacán; es el séptimo hijo de una familia de 8 vástagos; siendo hijo de padres músicos, hermanos cantantes, abuelos integrantes de tríos y norteños, la música corría por sus venas.
Era tan solo un niño de 12 años cuando empezó su formación musical, en el ISIC, lo que antes era denominado Difocur, un año y medio de aprendizaje que le serviría como catapulta para enamorarse del violín, instrumento por el que se decantó aquellos días de su niñez, por ser una muestra de perseverancia.
“Siempre lo he visto como el instrumento ejemplo de cómo debe ser vivida la vida, el violín parece muy feo, parece difícil, pero si eres muy constante puedes lograr salir adelante con el instrumento o con la vida” detalló con una sonrisa en los labios.
Pese a que el violín no tiene cuerdas, ni botones, ni líneas, cautivó por sus sonidos al joven, quien con su pasión se permite canalizar sus emociones y al mismo lograr que las personas alivien sus pesares o haga crecer su alegría.
A los 15 años, las necesidades económicas se presentaron y él tuvo que dejar sus estudios para empezar a trabajar en el mariachi, donde fue invitado por su hermana y sus vecinos.
“Estudiaba secundaria en la mañana, iba a la escuela de música por la tarde y en la noche ensayaba, era muy pesado para mí, pero también una época de mayor aprendizaje”, recordó.
Con una mirada de añoranza, recordó que en aquellos días empezar a ganar dinero para un niño era lo máximo; pero lo que más marcó su carrera musical fue aprender a tocar de manera empírica.
“Me gustó que el mariachi se aprende frente a frente, eso fue nuevo para mi, porque yo solo leía y resultó que aprendí mucho más rápido y fácil así de persona a persona; que todos los mariachis tienen buen oído, pueden escuchar una canción en la radio y sacarla con su instrumento”, detalló.
En los años del 2008 al 2013 un joven Fide decidió estudiar también la carrera en Psicología, en la Universidad Autónoma de Sinaloa, con la idea equivocada de que era solo para aconsejar.
“Fue muy difícil estudiando psicología y trabajando de mariachi, casi me volvía loco, era muy pesado, pero la psicología me enseñó que podía ayudar a las personas de distintas maneras”, repuso.
Después de 10 años trabajando en el mariachi, una nueva etapa de su vida lo invitó a reinventarse, a hacer las cosas diferentes y con firme convicción decidió independizarse del mariachi y lanzarse como el primer solista violinista en Sinaloa.
“Dudé en si sería lo correcto, pero pronto me hablaron de un restaurante, empezó el ascenso y de solamente tocar Como han pasado los años hoy hasta música para antro toco”, detalló.
Su carrera en la música ha tenido grandes recompensas, de 90 likes por video, hoy en día rebasan los mil likes en cada nuevo post que sube a sus redes sociales.
“Me gustaba mucho la música pop y subí una canción de Ed Sheeran y empecé a recibir buenos comentarios felicitándome, mucha gente me decía: ¡deberías de hacer más de esto!; lo primero era tocar baladas y boleros, hasta que el público me empezó a pedir reggaeton y lo más moderno”, compartió.
Al subir demos a sus redes sociales, llegaron sus primeras invitaciones a trabajar en fiestas particulares, así como un puesto de trabajo en un conocido restaurante.
“Me parecía lindo ser uno de los pioneros, los comensales me empezaron a recomendar, en uno de los eventos conocí a una organizadora de eventos y me empezó a jalar; de 20 canciones en mi repertorio me obligué a estudiar todo un mes aprendiendome 50 canciones para complacer a todo tipo de público”, señaló.
“Me llegó mucha satisfacción, mental y monetaria, porque afortunadamente ganaba bien, era sencillo de instalar; además me gusta mucho que me estén viendo tocar, no me intimida, no me pongo nervioso, me encanta”, recalcó.
Después de esta gran época, el mundo cultural se ha visto realmente afectado con los confinamientos y restricciones, pero esto no ha detenido a Fide, pues se dió a la tarea de dar serenatas por zoom, por videollamadas en diferentes apps y sobre todo seguir atendiendo a sus seguidores en redes sociales.
“Siento que no podría hacer otra cosa mejor, otra cosa que no sea la música, no tienes idea de la alegría que siento del trabajo que tengo, de Noviembre a Enero vienen trabajos a Puerto Vallarta, Zacatecas y Ensenada”, compartió.
Finalmente, expresando su profundo amor a la música, compartió que su máximo sueño es tener una orquesta, ser reconocido en todo México y llevar su música al mayor número de personas.
“No me gustaría ser famoso, me gustaría ser reconocido, que la gente diga tengo fulano evento y diga ¡aaa la banda del Fide!”, concluyó.